jueves, agosto 17, 2006

Canción del Pirata

Nunca os habéis imaginado siendo piratas a bordo de un navío que surca orgulloso el Mar del Caribe?



Cuando era crío, yo sí lo hacía...
Hombres con cicatrices, curtidos por el sol y la sal, las pistolas fuertemente empuñadas, el cuchillo entre los dientes y la mirada fija en un sueño, en un botín. Persecuciones navales a toda vela, estratagemas de evasión, barcos en paralelo, cañonazos, tormentas de astillas... y, a continuación, luchas sin cuartel, cuerpo a cuerpo, sin posibilidad de huir, el vencedor era el que sobrevivía.

Cuando era crío, y gracias a las aventuras que Emilio Salgari redactaba para Emilio de Ventigimilia, señor de Roccabruna y Valpenta (El Corsario Negro), me fascinaban las historias de piratas, corsarios y filibusteros. Me dejaba embargar por un sentimiento romántico de aventura, libertad y rebeldía. Ese mismo sentimiento que José de Espronceda intentó plasmar en su conocida Canción del Pirata. De hecho, cuando era crío, me aprendí este poema de memoria porque me encantaba.

Ahora que soy mayor, mi fascinación por la piratería y sus practicantes se encuentra en un estado mucho más latente. Aún así, basta que caigan en mis manos algunas obras literarias, como La Isla del Tesoro, La Carta Esférica o El Oro del Rey (éstas últimas de Arturo Pérez-Reverte y que tan sólo tratan el tema de soslayo), o que aparezcan nuevas producciones cinematográficas por todos conocidas, para despertar en mí aquel sentimiento de afinidad con los marineros con pata de palo y loro al hombro.

Ahora que soy mayor, por desgracia, ya sólo recuerdo algunas estrofas sueltas de la Canción del Pirata... aunque sí me sé aquella otra rima que decía:
"Ron, ron, ron, la botella de ron..."

4 comentarios:

Chu Zing dijo...

Pues no queda sino batirse...

Yo me ofrezco de timonel de tu barco pirata, para asaltar puertos y navíos, jugarse la vida cada día, pero ganar botines y bellas mujeres. :-)

Quizás algún bucanero más se apunte...

kykoche dijo...

un hombre como tú, acostumbrado a enfrentarse con Chtulhus, Krakens y seres de similar índole, se merece un puesto de primer contramaestre... como mínimo!

qué tal va ese séptimo capítulo? alguna historia alatristona a la vista?

Anónimo dijo...

«Hombres con cicatrices, curtidos por el sol y la sal, las pistolas fuertemente empuñadas.»

-- A ver ¿a quién le toca enjabonar la cubierta?

Hairanakh dijo...

A ver ¿a quién le toca enjabonar la cubierta?

Hmm... ¿al becario-grumete?