lunes, noviembre 03, 2008

La no-educación

Acaba de llegar a mis manos un artículo del últimamente siempre polémico Arturo Pérez-Reverte. Periodista, escritor de éxito, analista destructivo, perseguidor de una independencia ideológica... y catedrático de la Real Academia de la Lengua Española (que no Castellana), en este escrito Don Arturo realiza una crítica voraz y mordaz del sistema educacional español.

Plasmo el artículo completo, tal y como me ha llegado. Realmente me parece un escrito muy interesante, a la par que acertado. Estoy muy en consonancia con todas las opiniones en él vertidas y, ojalá, sirviera para que la gente con capacidad para ello tomara conciencia de la enorme crisis que atraviesa la educación en este país... y buscara soluciones.

Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros -aquí matizaré ministros y ministras- de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera.

No quiero que acabe el mes sin mentaros -el tuteo es deliberado- a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía.

De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.

Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana -que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural-, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña.

Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Ed ucación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones.

Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente -recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española-. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos» Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p'alante. Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo. Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio.

Cuánto más peligro tiene un imbécil, que un malvado.

Los políticos deberían comprometerse en sus programas electorales a llevar a sus hijos a un colegio público.

Arturo Pérez-Reverte
Domingo 30 Diciembre 2007

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Uff!! Qué miedo me da leer esto. Sinceramente llevo bastante tiempo preocupado por este problema porque nos afecta a todos y, no solo a nosotros, sino a nuestros futuros hijos o la gente que nos sustente en un futuro.

Además tampoco veo que nosotros podamos hacer mucho más que protestar y quejarnos por todos los medios que podamos.

Hace unos años se decía que España tenía uno de los mejores sistemas educativos de Europa. Raro es ahora el chaval que escribe sin ninguna falta de ortografía. Es una pena!

Un abrazo!

lexu-jaime dijo...

Ayyyyssss,

Bien sabrías que lo imprescindibles en estos días de “no blancos” en sillas presidenciales es escribir bien el código.

En serio, Pérez Reverte se queja con razón, además de con mucho Arte, pero en estos casos lo importante es también promover respuestas. A mi juicio, además de todas las destrezas, lo que se está perdiendo es la el bagaje cultural, y al cultura no son sólo las letras, que en un momento dado permita al aplicado o al zascandil pensar por sí mismo.

A mi juicio s eenfoca la educación con adiestramiento, y por ese aro todos nos desmotivamos, como poco, o rechazamos (profes incluidos).

Una noción que especialmente hemos perdido, todos, no sólo bachilleres, es la de Responsabilidad. Sin ser responsable de nada no hay incentivo para la reflexión la autodeterminación ni la aprehensión de la mayoría de edad kantiana. Y da lo mismo que por el camino hayamos aprendido a hacer puentes, ese individuo no será un ciudadano y por tanto es más una remora para la sociedad que un agente activo de ésta.

Ventajas de la mala educación, las generaciones futuras no serán una amenaza en el mercado laboral para nosotros.