Opinión: "El Faraón del Desierto"

Título: El Faraón del Desierto Autor: Valerio Massimo Manfredi Nº Páginas: 368

Tiempo que he tardado en leerlo: 10 días.
Clasificación por edades: TTPP.
Readability: como parece una constante de Valerio, un ritmo muy alegre.
Originalidad: otro thriller con contenidos históricos, aunque con un par de giros interesantes y detalles bastante originales.
La Frase: "Amasay era demasiado pequeño para ser decapitado, razón por la cual el sirviente del rey le abrió la garganta como a un cabrito inmolado en el altar".
Volvería a leerlo: en el fondo es un libro de tantos que me he leído.
Valoración Final: 7.5/10

Comentario:
"El Faraón del Desierto" es la segunda obra de Manfredi que me leo en poco tiempo y la primera de una larga lista de títulos que han caído en mi poder gracias a la generosa 'limpieza' docimiciliaria de mi amiga Alicia. Desde luego no me ha gustado, ni de cerca, tanto como la otra obra que me leí de este autor, pero sí que es verdad que cuenta con una historia interesante, personajes atrayentes y, sobre todo, un ritmo trepidante.

Dejando a un lado el hecho de que el título del libro engaña a cualquier lector tan incauto como yo (ya que la obra no tiene nada que ver con el Antiguo Egipto), se puede afirmar que su trama es similar a la otras muchas obras del género: dos historias paralelas (una excavación en el desierto y una amenaza terrorista) que acaban convergiendo en un desenlace apocalíptico y, por lo general, con final feliz. Nada reseñable hasta ahí. Y es que tampoco hay mucho más que destacar: que se lee muy fácil, que la intensidad de mitad de la historia en adelante engancha y que tiene un par de 'sorpresas' bastante interesantes.

En definitiva, una buena obra, que no obra maestra, emocionante y entretenida. Se la recomiendo a todos aquellos que disfruten de la arqueología y las tramas de terrorismo internacional.

Motorización (1/3)

Hace pocas semanas que me matriculé de nuevo en la auto-escuela. Pero no, que nadie piense mal. No he perdido los puntos del carné, ni nada por el estilo. Me he matriculado porque me quiero sacar la licencia A; es decir, 'el carné de moto'!!

La verdad es que llevo una larga temporada como orgulloso gorrón del asiento trasero de mis amigos moteros (lo de gorrón de 'paquete' sonaba fatal) y, por fin, he tomado la decisión de convertirme en uno de ellos. Las ventajas son muchas: mayor facilidad de movimiento por la capital, ahorro de tiempo en los desplazamientos, posibilidad de aparcar donde y cuando quiera, etc. Las desventajas también son evidentes: gastos adicionales para los que tendré que ahorrar y un mayor riesgo para mi persona.

Así que por fin me decidí a dar el paso y me matriculé en la auto-escuela. Casi inmediatamente me apunté al exámen teórico y me puse a 'estudiar'; bueno, me leí el libro un par de veces y me hice los tests que venían en él y en la página de la DGT. La semana pasada me presenté... y aprobé con 0 fallos!! Tampoco es que sea muy meritorio, pero bueno, una cosa menos.

Y hoy empiezo con las clases prácticas. Sé que me lo tengo que tomar con calma. El pluriempleo y mi total inexperiencia van a hacer que tarde más de lo normal en poder presentarme y, sobre todo, en aprobar... eso sí, ya me veo con mi chupa y mi 'naked' por las calles de esta nuestra ciudad!

Ya sólo me faltan dos pasos: aprobar el exámen práctico... y comprarme la moto!

Oliver, Benji y Fraggel Rock

Pues sí, pues sí... después de casi un mes con las entradas guardadas en la caja fuerte, ayer por fin pudimos disfrutar en los Cines Ideal del pase completo de la 3º temporada de...

¡¡ CÁLICO ELECTRÓNICO !!

y más concretamente de la 'premiere' MUNDIAL de su último episodio: 'La Generación de la Bola'!!

vale, vale, soy un friki... bueno y qué? jejejeje. La verdad es que nos echamos un montón de risas desde el principio hasta el final del pase, y eso que los capítulos ya los conocíamos! Es que el momento ese de Cálico en el baño cantando 'Oliver, Benji' en un 'manoamano' es genial!!! Y eso por no mencionar las referencias 'históricas' que sólo entendemos la generación de 'La Bola de Cristal' (como lo del tío que traía la mantequilla Tulipán en un helicóptero-jejeje) o los ya clásicos 'piropos cálicos' del tipo "niña! que no tengo pelos en la lengua porque tú no quieres! :P En fin, que siento daros envidia a tod@s l@s que no pudisteis asistir... aunque os voy a compensar con un enlace al blog de Nikodemo, la empresa creadora de Mr. Cálico, y más concretamente a una entrada donde aparecen Niko y el resto de componentes de tan genial empresa.

Todo tiene un precio... o no

Ayer estaba yo charlando con mi 'chulo' (los subcontratados somos las 'putas' que trabajamos con el cliente que mejor nos paga, así que el 'chulo' es el comercial que nos coloca en las empresas, los clientes) sobre cómo convencer a una persona para que no abandonara nuestra empresa, cuando de pronto me soltó la siguiente referencia cinéfila:

Groucho Marx: "Señora, ¿se acostaría conmigo por un millón de dólares?"
Señora: "Hombre, sí"
G.M.: "¿Y si le doy 10 dólares?"
Sra.: "¿¿PERO POR QUIÉN ME HA TOMADO??"
G.M.: "Señora, eso ya quedó claro con la primera pregunta, ahora sólo estamos discutiendo el precio"

Lo cierto es que la anécdota me hizo mucha gracia... aunque la conclusión de mi 'chulo' no tanta: "En el fondo todos tenemos un precio".

¿Prefieres ganar un premio Pulitzer o ayudar a una niña moribunda?
Ahí es donde yo me quedé pensando. ¿Realmente todos tenemos un precio? ¿Realmente yo tengo un precio? ¿Haría cualquier cosa por dinero? Ciertamente, no tardé en descubrir la cruda realidad: NO. Es cierto que sí que haría muchas cosas impensables por dinero o por fama o por gloria (mentiría si dijera que no es así), pero hay otras que jamás me plantearía. Por ejemplo, nunca antepondría el dinero a mi familia. Tampoco sería capaz de matar, ni siquiera legalmente (un verdugo). Ni podría maltratar a mi mujer y mis hijos por mucho dinero que me pagasen... sinceramente, me alegré de descubrir que mi 'chulo' no tenía razón, y que tengo unos principios éticos inviolables, por muy mercenario que se me pueda considerar laboralmente hablando.

¿Dónde está mi límite? Pues es difícil saberlo... aunque quizás un espejo o un cristal serían suficientes. Sí, creo que sí. Nunca haré por dinero aquello que me obligue a bajar la mirada ante mí mismo o ante mis seres queridos.

Vosotros, ¿qué es aquello que nunca haríais por dinero?

Querer es poder

Ciertamente soy un 'furbolero' atípico. Llevo más de 23 años siendo abonado del Real Madrid y aún así no se me puede considerar un fanático del deporte rey. En el campo yo animo a los míos (nunca los silbo), respeto a los contrarios (a los árbitros a veces me cuesta más!) y, sobre todo, intento disfrutar del espectáculo, aunque no siempre sea fácil. Si ganamos, pues mejor; pero una derrota tampoco me va a amargar el día. Por lo tanto, se puede decir que para mí el fútbol es una afición más, como otra cualquiera, y como tal me sirve para pasar un buen rato y divertirme. Y cuando dejar de ser así, pues no me interesa.

Ayer, sin embargo, el Madrid volvió a darme una buena alegría. Luchó. Jugó. Y ganó. Se notaba que el equipo tenía un objetivo, que tenía hambre. En estos partidos es cuando yo disfruto de verdad. Cuando los jugadores corren cada balón y lo dan todo sin importarles si van perdiendo o si tienen un jugador menos en el campo. Ayer se veía claro en su actitud que querían ganar, que no se conformaban con menos. De verdad, en estos partidos lo de menos para mí es el resultado. Si ganan, perfecto; y si no, se aplaude igual y se felicita al contrario por ser mejor.


Y encima, con la victoria de ayer, el Madrid quedó Campeón de Liga. Es para celebrarlo, no? Pues a La Cibeles que nos fuimos mi amigo bubu y yo. Y ahí estuvimos, cantando y pegando botes, aunque eso sí, no esperamos a los jugadores, que hoy tocaba currar.


PD: mentiría si dijera que no me da morbillo ver al Barsa haciéndonos el pasillo el miércoles en el Bernabéu... aunque tampoco hubiera quedado mal quedar campeones ganándoles el partido :)